Y llegó el 26 de marzo… día del derecho de los pueblos a la rebelión armada, de los pueblos conformados por hombre y mujeres que luchan y luchamos contra la opresión y explotación capitalista, que adoptamos diferentes formas de lucha determinadas por las también diferentes coyunturas, espacios… y realidades.
La lucha armada es una expresión de los pueblos dominados que buscan su liberación y no hallan otro camino que la insurrección, es una autentica y legitima forma de lucha, siendo censurada y difamada, nominándola como terrorismo.
Dentro de la lista del Departamento de Seguridad de los EE.UU., aparecen registradas más o menos 40 organizaciones consideradas terroristas, son terroristas porque todas las organizaciones se han declarado como antiimperialistas, su existencia compromete el proceso hegemónico de los Estados Unidos y además han adoptado la lucha armada.
Hay una organización que consta con un “bajo nivel de actividad terrorista” no es tan conocida pero ha emprendido una gran batalla intentado conseguir un territorio, intentando que su nación sea reconocida y libre… refiriéndome al Partido de los Trabajadores de Kurdistán(PKK).
Los kurdos representan la más numerosa minoría étnica sin estado del mundo, han sobrevivido a políticas de exterminio, a la escisión de su territorio.
Desde 1923 Kurdistán fue dividido en 4 partes: la oriental para Irán, el sur para Irak, el sur occidental para Siria y el septentrional para Turquía.
La división del territorio kurdo tiene intereses básicamente económico-políticos: es demasiado rico en recursos naturales (agua, petróleo), es bastante fértil además de ser zona de encuentro de las tres rutas comerciales de tres continentes diferentes.
La riqueza de este territorio confluye en conflictos regionales y mundiales; el control de este territorio es estratégico, razón por la que los distintos estados interesados han ido maniobrando al pueblo kurdo, haciendo y deshaciendo sobre sus territorios, sobre sus riquezas, sin que estos fueran consultados, persiguiéndolos logrando su disgregación y asentamiento en ciudades de Turquía y Europa.
Pese a las miles de políticas contra el pueblo kurdo, hombres y mujeres kurdas se han organizado, el PKK es la expresión más fehaciente de la resistencia kurda; el PKK no solo ha dado esperanza al pueblo kurdo sino ha permitido a la mujer incorporarse y ser un actor fundamental en el proceso de liberación.
Las mujeres kurdas como todas las mujeres de medio oriente viven en una sociedad mucho más patriarcal, su función se reduce a la reproducción y sustento de los hijos, todo su día se consume entre los hijos y las actividades domésticas; viven dentro de una sociedad en la que prima los conceptos de honor, vergüenza y castidad.
El común de la mujer no se detiene a pensar en la organización, en la lucha por sus reivindicaciones primero y la lucha política y armada después… es cuando aparece la Unión por la Liberación de las Mujeres Kurdas (YAJK) que tiene como objetivo concienciar, organizar y movilizar a la mujer kurda.
La mujer kurda y su inclusión en la guerrilla, en la lucha armada ha sido resultado de un proceso, una lucha constante contra los prejuicios sociales, incluso contra los comportamientos machistas de muchos de sus compañeros y de las mismas mujeres, debieron ser primero ellas las que superen la concepción de la ligazón entre la mujer y el cuidado de la casa, de la reclusión de ella al ámbito doméstico, con esa ruptura dejaron de valer sólo por su función reproductiva y comenzaron a formar parte activa en la lucha de su pueblo con la guerrilla.
En la actualidad son ellas parte activa de las filas guerrilleras se estima son unas 5 mil mujeres las militantes y activistas de un cambio para el pueblo kurdo…
Las mujeres kurdas y miles de mujeres y hombres de toda la orbe, de todos los pueblos oprimidos se vinculan diariamente a guerrillas, son participes de procesos de liberación, no importa el calificativo de terroristas que se les pueda dar, en la práctica se desmiente el “terrorismo”, la lucha de los pueblos es digna y justa, es internacional... es de todos…
La lucha armada es una expresión de los pueblos dominados que buscan su liberación y no hallan otro camino que la insurrección, es una autentica y legitima forma de lucha, siendo censurada y difamada, nominándola como terrorismo.
Dentro de la lista del Departamento de Seguridad de los EE.UU., aparecen registradas más o menos 40 organizaciones consideradas terroristas, son terroristas porque todas las organizaciones se han declarado como antiimperialistas, su existencia compromete el proceso hegemónico de los Estados Unidos y además han adoptado la lucha armada.
Hay una organización que consta con un “bajo nivel de actividad terrorista” no es tan conocida pero ha emprendido una gran batalla intentado conseguir un territorio, intentando que su nación sea reconocida y libre… refiriéndome al Partido de los Trabajadores de Kurdistán(PKK).
Los kurdos representan la más numerosa minoría étnica sin estado del mundo, han sobrevivido a políticas de exterminio, a la escisión de su territorio.
Desde 1923 Kurdistán fue dividido en 4 partes: la oriental para Irán, el sur para Irak, el sur occidental para Siria y el septentrional para Turquía.
La división del territorio kurdo tiene intereses básicamente económico-políticos: es demasiado rico en recursos naturales (agua, petróleo), es bastante fértil además de ser zona de encuentro de las tres rutas comerciales de tres continentes diferentes.
La riqueza de este territorio confluye en conflictos regionales y mundiales; el control de este territorio es estratégico, razón por la que los distintos estados interesados han ido maniobrando al pueblo kurdo, haciendo y deshaciendo sobre sus territorios, sobre sus riquezas, sin que estos fueran consultados, persiguiéndolos logrando su disgregación y asentamiento en ciudades de Turquía y Europa.
Pese a las miles de políticas contra el pueblo kurdo, hombres y mujeres kurdas se han organizado, el PKK es la expresión más fehaciente de la resistencia kurda; el PKK no solo ha dado esperanza al pueblo kurdo sino ha permitido a la mujer incorporarse y ser un actor fundamental en el proceso de liberación.
Las mujeres kurdas como todas las mujeres de medio oriente viven en una sociedad mucho más patriarcal, su función se reduce a la reproducción y sustento de los hijos, todo su día se consume entre los hijos y las actividades domésticas; viven dentro de una sociedad en la que prima los conceptos de honor, vergüenza y castidad.
El común de la mujer no se detiene a pensar en la organización, en la lucha por sus reivindicaciones primero y la lucha política y armada después… es cuando aparece la Unión por la Liberación de las Mujeres Kurdas (YAJK) que tiene como objetivo concienciar, organizar y movilizar a la mujer kurda.
La mujer kurda y su inclusión en la guerrilla, en la lucha armada ha sido resultado de un proceso, una lucha constante contra los prejuicios sociales, incluso contra los comportamientos machistas de muchos de sus compañeros y de las mismas mujeres, debieron ser primero ellas las que superen la concepción de la ligazón entre la mujer y el cuidado de la casa, de la reclusión de ella al ámbito doméstico, con esa ruptura dejaron de valer sólo por su función reproductiva y comenzaron a formar parte activa en la lucha de su pueblo con la guerrilla.
En la actualidad son ellas parte activa de las filas guerrilleras se estima son unas 5 mil mujeres las militantes y activistas de un cambio para el pueblo kurdo…
Las mujeres kurdas y miles de mujeres y hombres de toda la orbe, de todos los pueblos oprimidos se vinculan diariamente a guerrillas, son participes de procesos de liberación, no importa el calificativo de terroristas que se les pueda dar, en la práctica se desmiente el “terrorismo”, la lucha de los pueblos es digna y justa, es internacional... es de todos…
Porque la lucha de los pueblos no es terrorismo…
Arriba las luchas antipatriarcales, anticapitalistas, antiimperialistas y antifascistas…
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