martes, 28 de diciembre de 2010

Palabras de la Comandanta Fidelia a las mujeres del mundo:


Comandanta Fidelia
Muy buenas noches hermanas.Por mi voz habla la voz del EZLN.Hermanas del campo y de la ciudad, yo les voy a decir estas humildes palabras que me escuchas, que hace muchos años que nosotras las mujeres venimos sufriendo la discriminación, la explotación y el olvido por los malos gobiernos. Igualmente nos pasa en nuestras casas pero también nosotros lo administramos y sabemos como vivimos.
Nosotros no tenemos educación, no tenemos alimentación; menos tenemos alimentación y educación. Hermanas, nosotros madrugamos a las 3 de la mañana a hacer su comida de nuestros hijos. Acabando tenemos que ir a trabajar en el campo para que ayudemos a nuestros maridos. Tenemos que sembrar la milpa, tenemos que llevar el azadón, el machete o la coa. Después que da el producto tenemos que cortar el maíz y todo lo que da el campo, hasta también café.
Hermanas por esas tantas explotaciones e injusticias hay muchas hermanas que inmigran para el pueblo pero también allí los explotan porque allí las ocupan de niñeras, de lavanderas, de trapeadoras. Hasta los ponen a vender en la calle y los ponen a vender en el mercado. Los ocupan para llevarlos a las tortillerías desde las tres de la mañana y los sacan a las 8 de la noche y les dicen toma tus diez pesos porque no hay dinero. Está dura la situación, eso es lo que le dicen. También las mujeres que se van a las grandes ciudades como contadoras, las secretarias se van al banco de los ricos, se van a los hospitales, se van a los seguros, a las grandes fábricas y también ellas allí son explotadas y discriminadas hasta hay momentos que son violadas.
Hermanas ya no permitamos eso. Miren, hoy este día el señor de las botas, el señor Vicente Fox, con todo su gabinete de lagartos va a subir la canasta básica. ¿Que vamos a hacer con ese poquito, que son treinta pesitos que ganan nuestros maridos? Con ese poquito, con lo que va a subir el aumento del sueldo, va a empezar a engañar las mujeres del campo y la ciudad con una sus diez pollitas, con una su marranito, con dos hojitas de lamina, con esa tal oportunidad para engañar toda la vida a los que no quieren despertar.
Hermanas yo también quiero invitar a las mujeres a hacer un llamado que se organicen para que juntas nosotras podemos para defender nuestro derecho y también nosotros tengamos igualdad.
Hermanas ya no permitamos que nos sigan engañando el gobierno y el presidente de la Republica porque hay muchas cosas que está viniendo sobre nosotras como mujeres que somos.
Desde las montañas del sureste mexicano

El EZLN.

Muchas gracias.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

MANIFIESTO DEL FUM

El Frente Unido de Mujeres, edificado en principios Marxistas-Leninistas, nace como una alternativa opuesta al feminismo pequeño burgués que día a día avizoramos como una amenaza al movimiento revolucionario. El carácter reivindicativo reformista de los grupos feministas, históricamente se han visto aprovechados por el capitalismo en su instrumento de clase, como lo es el marco jurídico. Estos grupos se han enquistado en las pugnas por derechos que en el peor de los casos han fortalecido la producción del capital, insertándola en el dominio capital - trabajo.

Esta táctica ha imposibilitado la integración de la problemática a la mujer campesina, madre, obrera, empleada, ama de casa, aquellas quienes nos están acompañando por el contenido claro de clase, por el que vemos atravesada la lucha de género.
El derecho y el Estado burgués han empatado de manera inherente con el patriarcado puesto que su naturaleza excluyente oprime a diversos sectores de la población, un ejemplo claro la mujer.

Dentro del sistema ya no figuramos sólo como reproductoras de mano de obra, sino que nos hemos insertado en el mercado laboral como fuerza de trabajo depreciada.
La doble explotación a la que nos hemos sometido hace que el FUM, bajo la línea de nuestro partido supere visiones gremialistas, y que se comprometa en fortalecer como sujeto histórico a la mujer que sufre la violencia machista y la opresión imperialista del capital.
Las relaciones sociales de dominio serán convertidas en relaciones de cooperación.

En nuestra única estrategia por la revolución y en el largo proceso que implique este sueño, las comunistas seremos las voceras de un mundo sin explotación, el socialismo tiene esencia femenina, el socialismo será el orden del mundo que dirijan los oprimidos, el espíritu de acogimiento reavivará la llama del amor a la humanidad.

Esto nos inscribe como portadoras de este inmenso sueño donde la organización y la lucha de la mujer son necesarias. Si tenemos que empuñar fuego o cantar el himno del y la proletaria lo haremos, junto al pueblo con hombres, niños, viejos, negros, indios…

SEREMOS REVOLUCIÓN
¡VIVA EL FUM!
¡VIVA EL PCE!

domingo, 17 de octubre de 2010

Acerca de la despenalización del aborto

Somos aproximdamente 70 mujeres de un referente de mil las que de manera clandestina hemos interrumpido voluntariamente un embarazo no deseado y son el 18% de mujeres las que han muerto por practicarlo. Muchos reconocen al aborto clandestino como una problemática, el aborto intenta victimizar a la mujer en una situación cultural y económica social injusta que no le permite ejercer una maternidad libre y consciente pero este hecho ha transgredido hasta a posiciones religiosas y conservadoras (católicas exclusivamente) en donde se victimiza al feto y se culpabiliza a la mujer y a un machismo descarado que dice violar los derechos de paternidad. El carácter clandestino porta la verdadera problemática más allá del drama de un aborto ya que pone en evidencia una realidad innegable que es el riesgo mortal que corre la mujer al ser objeto de prácticas ilegales y del cual el estado en si no se responsabiliza. El marco jurídico ecuatoriano señala de ilegal y penado las formas de aborto a excepción al aborto terapéutico. La situación absurda de estas leyes radica en que no más de cinco mujeres han sido procesadas legalmente por la supuesta penalización y paradójicamente el miedo a ser penadas nos ha llevado a practicar un aborto clandestino que en muchas ha dejado secuelas y consecuencias atroces e irreversibles.



Exigimos por estas razones la despenalización del aborto ya que viola la autodeterminación de la mujer para decidir sobre su cuerpo y la obliga a decidir entre una práctica que vulnera la dignidad y vida humana y una maternidad obligada producto de todo el aparataje falo céntrico que delimita al sujeto femenino como una objeto de reproducción y especialmente al sistema que consolidado con el patriarcado nos necesita como reproductoras de mano de obra especialmente en países de la periferia donde el ejecito industrial de reserva faculta la explotación capitalista global, entendido desde este punto, no compartimos posiciones feministas que corporativizan la lucha de la mujer reduciéndola a una simple demanda de derechos que realmente sigue sujeta a la función jurídica del aparato regulador del orden social. Si bien la acertada combinación de las formas de lucha, legitima como vía de reivindicación la demanda de derechos, esta no sería la única táctica ya que sabemos que son conquistas efímeras que no garantizarán la emancipación de la mujer mientras subsista el sistema de opresión capitalista. Así mismo, el aborto como derecho de libertad civil conduce a la subjetividad moral femenina a fijarse en elementos de individualismo contractualista racional, es decir toda una ideología liberal pequeño burguesa que está reproduciendo a una mujer unidimensional que piensa ser ella y nada más ella la que cae en desgracia al perder su libertad individual, calcula cuanto gana y cuanto pierde de este falso principio que estaría ejerciendo como ciudadana. Es necesaria hacer esta diferencia pues ha llevado a muchas mujeres a una ceguera funcional del paradigma de racionalidad y no ha permitido encontrar la verdadera esencia de feminidad la que creemos como una formación de acogimiento justo y equitativo de la colectividad, todo lo contrario del falocentrismo discriminativo. Debemos alertarnos de toda esta hegemonía impuesta y en boga que ha determinado a la sexualidad como una reducción genito-hedonista en la que se edificaría la libertad sexual que se mide con la misma regla del machismo por ende del sexismo.


Es por esto que no dejamos de recalcar la cualidad clasista que atraviesa la lucha de género, el reclamo por la despenalización gravita en todas esas mujeres que no hemos podido acceder a condiciones seguras que protejan nuestra vida. Pero cuál es el sector más vulnerable? Son esa mayoría que no tiene los recursos económicos necesarios para interrumpir su embarazo con un especialista y en este mismo sentido es la mujer desposeída la que lo hace ya que esta consiente de no poder proveer de las necesarias condiciones materiales de la vida de su hijo, por qué penalizar entonces la decisión de una madre que por experiencia propia rechace traer a un ser humano a un mundo en plena crisis civilizatoria?. Cuando las relaciones de género sean de complementariedad y no de dominación, hombre y mujer podrán decidir sobre cuantos hijos tener, pero mientras la mujer siga siendo oprimida por el patriarcado y el capitalismo es ella la que debe decidir sobre su condición de ser madre y debe ser garantizada y asistida en cual sea su decisión y en la situación social en la que se encuentre. Estamos consientes de que estas relaciones de dominación condicionadas en la super estructura no se transformarán sino cuando las relaciones de producción capitalistas sean abolidas en la unidad de acción revolucionaria en las que las mujeres en tanto que sujetos históricos construyamos un mundo sin explotación y sin discriminación que las comunistas llamamos socialismo.

martes, 9 de marzo de 2010

8 de Marzo. El Día de la Mujer

¿Qué es el día de la mujer? ¿Es realmente necesario? ¿No es una concesión a las mujeres de clase burguesa, a las feministas y sufragistas? ¿No es dañino para la unidad del movimiento obrero? Esas cuestiones todavía se oyen en Rusia, aunque ya no en el extranjero. La vida misma le ha dado una respuesta clara y elocuente a estas preguntas.
El día de la mujer es un eslabón en la larga y sólida cadena de la mujer en el movimiento obrero. El ejército organizado de mujeres trabajadoras crece cada día. Hace veinte años las organizaciones obreras sólo tenías grupos dispersos de mujeres en las bases de los partidos obreros… Ahora los sindicatos ingleses tienen más de 292.000 mujeres sindicadas; en Alemania son alrededor de 200.000 sindicadas y 150.000 en el partido obrero, en Austria hay 47.000 en los sindicatos y 20.000 en el partido. En todas partes, en Italia, Hungría, Dinamarca, Suecia, Noruega y Suiza, las mujeres de la clase obrera se están organizando a sí mismas. El ejército de mujeres socialistas tiene casi un millón de miembros. ¡Una fuerza poderosa! Una fuerza con la que los poderes del mundo deben contar cuando se pone sobre la mesa el tema del coste de la vida, el seguro de maternidad, el trabajo infantil o la legislación para proteger a las trabajadoras.

Hubo un tiempo en el que los hombres trabajadores pensaron que deberían cargar ellos solos sobre sus hombros el peso de la lucha contra el capital, pensaron que ellos solos debían enfrentarse al «viejo mundo» sin el apoyo de sus compañeras. Sin embargo, como las mujeres de clase trabajadora entraron en las filas de aquellos que vendían su trabajo a cambio de un salario, forzadas a entrar en el mercado laboral por necesidad, porque su marido o padre estaba en el paro, los trabajadores empezaron a darse cuenta de que dejar atrás a las mujeres entre las filas de «no-conscientes» era dañar su causa y evitar que avanzara. ¿Qué nivel de conciencia posee una mujer que se sienta en el fogón, que no tiene derechos en la sociedad, en el estado o en la familia? ¡Ella no tiene ideas propias! Todo se hace según ordena su padre o marido…

El retraso y falta de derechos sufridos por las mujeres, su dependencia e indiferencia no son beneficiosos para la clase trabajadora, y de hecho son un daño directo hacia la lucha obrera. ¿Pero cómo entrará la mujer en esa lucha, como se la despertará?

La socialdemocracia extranjera no encontró la solución correcta inmediatamente. Las organizaciones obreras estaban abiertas a las mujeres, pero sólo unas pocas entraban. ¿Por qué? Porque la clase trabajadora al principio no se percató de que la mujer trabajadora es el miembro más degradado, tanto legal como socialmente, de la clase obrera, de que ella ha sido golpeada, intimidada, acosada a lo largo de los siglos, y de que para estimular su mente y su corazón se necesita una aproximación especial, palabras que ella, como mujer, entienda. Los trabajadores no se dieron cuenta inmediatamente de que en este mundo de falta de derechos y de explotación, la mujer está oprimida no sólo como trabajadora, si no también como madre, mujer. Sin embargo, cuando los miembros del partido socialista obrero entendieron esto, hicieron suya la lucha por la defensa de las trabajadoras como asalariadas, como madres, como mujeres.

Los socialistas en cada país comienzan a demandar una protección especial para el trabajo de las mujeres, seguros para las madres y sus hijos, derechos políticos para las mujeres y la defensa de sus intereses.

Cuanto más claramente el partido obrero percibía esta dicotomía mujer/trabajadora, más ansiosamente las mujeres se unían al partido, más apreciaban el rol del partido como su verdadero defensor y más decididamente sentían que la clase trabajadora también luchaba por sus necesidades. Las mujeres trabajadoras, organizadas y conscientes, han hecho muchísimo para elucidar este objetivo. Ahora el peso del trabajo para atraer a las trabajadoras al movimiento socialista reside en las mismas trabajadoras. Los partidos en cada país tienen sus comités de mujeres, con sus secretariados y burós para la mujer. Estos comités de mujeres trabajan en la todavía gran población de mujeres no conscientes, levantando la conciencia de las trabajadoras a su alrededor. También examinan las demandas y cuestiones que afectan más directamente a la mujer: protección y provisión para las madres embarazadas o con hijos, legislación del trabajo femenino, campaña contra la prostitución y el trabajo infantil, la demanda de derechos políticos para las mujeres, la campaña contra la subida del coste de la vida…

Así, como miembros del partido, las mujeres trabajadoras luchan por la causa común de la clase, mientras al mismo tiempo delinean y ponen en cuestión aquellas necesidades y sus demandas que les afectan más directamente como mujeres, amas de casa y madres. El partido apoya esas demandas y lucha por ellas… Estas necesidades de las mujeres trabajadoras son parte de la causa de los trabajadores como clase.

En el día de la mujer las mujeres organizadas se manifiestan contra su falta de derechos. Pero algunos dicen ¿por qué está separación de las luchas de las mujeres? ¿Por qué hay un día de la Mujer, panfletos especiales para trabajadoras, conferencias y mítines? ¿No es, en fin, una concesión a las feministas y sufraguistas burguesas? Sólo aquellos que no comprendan la diferencia radical entre el movimiento de mujeres socialistas y las sufraguistas burguesas pueden pensar de esa manera.

¿Cuál es el objetivo de las feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismos derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y hermanos. ¿Cuál es el objetivo de las obreras socialistas? Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su patrón es hombre o mujer.

Las feministas burguesas demandan la igualdad de derechos siempre y en cualquier lugar. Las mujeres trabajadoras responden: demandamos derechos para todos los ciudadanos, hombres y mujeres, pero nosotras no sólo somos mujeres y trabajadoras, también somos madres. Y como madres, como mujeres que tendremos hijos en el futuro, demandamos un cuidado especial del gobierno, protección especial del estado y de la sociedad.

Las feministas burguesas están luchando para conseguir derechos políticos: también aquí nuestros caminos se separan: para las mujeres burguesas, los derechos políticos son simplemente un medio para conseguir sus objetivos más cómodamente y más seguramente en este mundo basado en la explotación de los trabajadores. Para las mujeres obreras, los derechos políticos son un paso en el camino empedrado y difícil que lleva al deseado reino del trabajo.

Los caminos seguidos por las mujeres trabajadoras y las sufraguistas burguesas se han separado hace tiempo. Hay una gran diferencia entre sus objetivos. Hay también una gran contradicción entre los intereses de una mujer obrera y las damas propietarias, entre la sirvienta y su señora… Así pues, los trabajadores no deberían temer que haya un día separado y señalado como el Día de la Mujer, ni que haya conferencias especiales y panfletos o prensa especial para las mujeres.

Cada distinción especial hacia las mujeres en el trabajo de una organización obrera es una forma de elevar la conciencia de las trabajadoras y acercarlas a las filas de aquellos que están luchando por un futuro mejor. El Día de la Mujer y el lento, meticuloso trabajo llevado para elevar la auto-conciencia de la mujer trabajadora están sirviendo a la causa, no de la división, sino de la unión de la clase trabajadora.

Dejad que un sentimiento alegre de servir a la causa común de la clase trabajadora y de luchar simultáneamente por la emancipación femenina inspire a las trabajadoras a unirse a la celebración del Día de la Mujer.

Alexandra Kollontai 1913

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