domingo, 28 de junio de 2009

PRONUNCIAMIENTO DE FEMINISTAS HONDUREÑAS CONTRA EL GOLPE DE ESTADO

PRONUNCIAMIENTO

Amanecimos con aviones cruzando el cielo, bajo un golpe de Estado ¡a estas alturas! en un supuesto “Estado de Derecho”, orquestado por las Fuerzas Armadas, el Presidente del Congreso Nacional: Roberto Michelletti y la clase política y oligárquica del país que controla los medios de comunicación por lo que:

· Condenamos y repudiamos el Golpe de Estado dirigido por las Fuerzas Armadas y el Congreso nacional de la República, así como los grupos de poder fáctico entre los que se encuentran los movimientos contra la consulta popular y los medios de comunicación pertenecientes a Rafael Ferrari Sosa, Carlos Flores (ex presidente de la nación), Miguel Andonie y Jorge Canahuati, es decir los periódicos La Tribuna, El Heraldo, Radio América y Radio HRN
· Condenamos el asalto armado y exilio del Presidente Zelaya y Patricia Rodas, así como la detención y tortura de los embajadores de Venezuela, Cuba y Nicaragua, además de la detención de otros líderes políticos y alcaldes municipales de las diferentes regiones del país de los que hasta la fecha no tenemos información.

· Nos unimos a las organizaciones del movimiento social de Honduras que repudian este Golpe de Estado y nos declaramos a partir de hoy en resistencia pacífica en apoyo al Presidente Zelaya y a la restitución de la democracia hondureña.

· Exhortamos a las organizaciones sociales, personas naturales, feministas y feministas independientes a nivel nacional e internacional a que se manifiesten y estén pendientes sobre la situación de alerta en que nos encontramos a nivel nacional y solicitamos su apoyo en la difusión y socialización de este pronunciamiento.

Dado en la ciudad de Tegucigalpa, 28 de junio de 2009

¡PORQUE NOSOTRAS SOMOS HONDURAS, ESTAMOS EN RESISTENCIA!

Feministas Hondureñas
Red de Mujeres Comitzahualt
Red de Mujeres del Aguán
Red de mujeres de la Zona Norte
Red de Mujeres de Intibucá

jueves, 4 de junio de 2009

Las Luchas de Vilma

Por: Fidel Castro Ruz
Vilma ha muerto. No por esperada la noticia dejó de golpearme. Por puro respeto a su delicado estado de salud nunca mencioné su nombre en mis reflexiones.
El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias.
No siempre fue así a lo largo de la evolución histórica de nuestra especie, que la llevó a ocupar el papel social que le correspondía como taller natural en que se forja la vida.
En nuestro país la mujer emergía de una de las más horribles formas de sociedad, la de una neocolonia yanqui bajo la égida del imperialismo y su sistema, en el que todo lo que el ser humano es capaz de crear ha sido convertido en mercancía.
Desde que surgió en la lejana historia lo que se llamó la explotación del hombre por el hombre, las madres, los niños y las niñas de los desposeídos soportaron la mayor carga.


Las mujeres cubanas trabajaban en los servicios domésticos, o en tiendas de lujo y bares burgueses, donde además eran seleccionadas por su cuerpo y su figura. Las fábricas les asignaban los trabajos más simples, repetitivos y peor remunerados.
En la educación y la salud, servicios que se prestaban en pequeña escala, su imprescindible cooperación era realizada por maestras y enfermeras a las que solo ofrecían un nivel medio de preparación. La nación, con 1 256,2 kilómetros de extensión, contaba únicamente con un centro de educación superior ubicado en la capital, y más adelante, con algunas facultades en centros universitarios de otras 2 provincias. Como norma solo podían estudiar en ellas jóvenes procedentes de familias con ingresos más altos. En muchas actividades ni siquiera se concebía la presencia de la mujer.
He sido testigo durante casi medio siglo de las luchas de Vilma. No la olvido en las reuniones del Movimiento 26 de Julio en la Sierra Maestra. Fue enviada finalmente por la dirección de este para una importante misión en el Segundo Frente Oriental. Vilma no se inmutaba ante peligro alguno.
Al triunfar la Revolución, se inicia su incesante batalla por las mujeres y los niños cubanos, que la llevó a la fundación y dirección de la Federación de Mujeres Cubanas. No hubo tribuna nacional o internacional a la que dejara de asistir por distante que fuera el camino a recorrer, en defensa de su patria agredida y de las nobles y justas ideas de la Revolución.
Su voz dulce, firme y oportuna, siempre se escuchó con gran respeto en las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas.
Hoy las mujeres en Cuba constituyen el 66 por ciento de la fuerza técnica del país, y participan mayoritariamente en casi todas las carreras universitarias. Antes, la mujer apenas figuraba en las actividades científicas, pues no había ciencia ni científicos, salvo excepciones. En ese campo también son hoy mayoría.
Los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y madre de numerosos hijos.
Ha muerto Vilma. ¡Viva Vilma!

Escrito: 20de junio del 2007
2:10 p.m.

Tomado de: Granma Digital

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